Una titulación de recreo puede ser desde la Licencia de Navegación hasta el Capitán de Yate, ya que todas ellas son titulaciones de recreo. La diferencia está en el tamaño del barco que puede llevarse y la separación de la costa a la que se puede navegar con cada una de ellas. 

La Licencia de Navegación permite hasta 6 m de eslora y no más de 2 millas de la costa, el PNB hasta 8 m y 5 millas de la costa, el PER hasta 15 m  y 12 millas de la costa (o Islas Baleares desde la Península, con la ampliación), el Patrón de Yate hasta 24 m y 150 millas de la costa y el Capitán de Yate hasta 24 m sin límites geográficos.

Normalmente se utiliza la expresión patrón de recreo para referirse al PER, que es una titulación de recreo, no profesional, y que habilita al patrón a gobernar embarcaciones de motor de hasta 15 m de eslora o 24 m si se amplían las atribuciones del título realizando las prácticas complementarias Islas. Además todo tipo de motos náuticas.

Cuando una persona realiza el curso PER obtiene una titulación que solo le permite gobernar embarcaciones de motor, por ello si desea gobernar veleros (aunque no usen las velas), es necesario realizar las prácticas voluntarias de habilitación para vela. Estas prácticas solo se han de realizar en una ocasión y sirven para el resto de titulaciones.

Un titulado PER debe de estar preparado para realizar navegación de recreo con todo tipo de condiciones meteorológicas, de día y de noche. Debe de saber interpretar la señalización marítima, situarse en el mar con la carta náutica, realizar todo tipo de maniobras con la embarcación en el mar y también las maniobras de atraque en puerto y de fondeo. Debe de conocer toda la normativa de seguridad y llevar a bordo todos los elementos de seguridad que obliga la normativa en función del tipo de navegación que va a realizar.