Como navegantes muchas veces nos preguntamos si hacemos lo suficiente para contribuir a revertir la actual situación del planeta en relación con el cambio global. Navegar en aguas azules propulsados solamente por la fuerza del viento parece la actividad ideal si buscamos dejar el menor impacto en nuestro entorno natural. Pero la sostenibilidad va más allá de la energía que usamos para trasladarnos o el disfrute respetuoso de la naturaleza. En el blog de la escuela y más concretamente en este post, te exponemos algunas ideas para promover la náutica sostenible y mejorar nuestra capacidad de dejar a nuestros hijos y nietos un planeta en donde ellos también tengan la oportunidad de disfrutar de la navegación tanto como nosotros.
Aunque hay muchas definiciones de sostenibilidad, está claro que es un concepto holístico que involucra aspectos ambientales, sociales y económicos. Para poder utilizarlo como medida de nuestras acciones y manejar nuestro desempeño necesitamos hacerla operativa y medible en nuestro entorno y nuestras actividades.
Indicadores a tener en cuenta
Existen varios marcos de análisis y muchas herramientas e instrumentos que se utilizan para ello como, por ejemplo, la Agenda 2030, los Planes, Estrategias y Reportes de Sostenibilidad en las empresas, el cálculo de la huella de Carbono y la del Agua, el Análisis del Ciclo de Vida y los Indicadores de Sustentabilidad. Los Indicadores actualmente más conocidos, que nos sirven de referencia en todos los ámbitos, son los 17 Objetivos Globales para el Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. La World Sailing Asocciation o el Comité Olímpico Internacional, por referirnos a dos de las organizaciones más importantes de nuestra actividad tienen su AGENDA de Sostenibilidad 2030 y su Estrategia de Sostenibilidad respectivamente, que pueden consultarse en la internet. Incluso la organización de la Copa América tiene a la Sostenibilidad como eje de su estrategia aquí. ¿Pero que implican estos objetivos en nuestro entorno local?
Medidas que fomentan la Náutica Sostenible
Para empezar, como individuos hay muchas medidas que podemos tomar al practicar esta saludable afición, empezando por nuestras acciones en nuestra embarcación pero también desde nuestras elecciones en el contexto en donde realizamos la actividad:
Aprovisionamiento consciente
Estibar en nuestro barco la menor cantidad de materiales que se convertirán en residuos. Aquellos envases o elementos que ya hemos usado, debemos encontrar maneras de reusarlos, reciclarlos, o disponerlos adecuadamente una vez de vuelta en tierra. Por ejemplo: deberíamos evitar estibar innumerables botellas de agua de plástico individuales y traer los alimentos en envases de plástico de un solo uso. Es más conveniente, llevar agua potable en grandes contenedores y que cada navegante disponga de su botella de uso personal recargable, así como también asegurarse que los contenedores de los alimentos pueden reusarse o, de lo contrario, compostarse. Escola Port, por ejemplo, entrega a sus alumnos una botella de agua de metal reusable y a los navegantes una funda de almohada compostable para sus travesías marítimas.
Contaminación marina
Evitar que lleguen al mar restos de combustibles, productos de limpieza, cremas solares, y otros compuestos no biodegradables, como pesticidas, microplásticos, aceites, baterías, etc. Tampoco descargar aguas grises en las cercanías de puertos, marinas o lugares muy concurridos, ya que, aunque estas son biodegradables, al estar en concentraciones elevadas generan olores y vistas desagradables y pueden constituir riesgos para la salud de las personas y los ecosistemas marinos.
Respeto y conservación de la biodiversidad
Estudiar las características de las zonas que visitamos, especialmente si están catalogadas como zonas de conservación, como la red Natura 2000. Durante la navegación no acercarnos demasiado a la fauna marina, ni extraer del entorno acuático componentes que pueden ser fundamentales para el funcionamiento de los ecosistemas marinos.
Fondeo responsable
Informarnos y ser cuidadosos de no destruir ecosistemas marinos, como los que se generan alrededor de la posidonia, al usar el ancla en lugares prístinos. En las islas Baleares, por ejemplo, disponemos de una App (DONIA), que nos indica claramente aquellas zonas donde se encuentran las praderas de posidonia y los bancos de arena donde está permitido el fondeo.
Combustible renovable y eficiencia energética
Además de intentar reducir nuestro consumo energético, es conveniente procurar que los combustibles de nuestros sistemas de propulsión sean eficientes y de origen renovable. Hay actualmente muchas opciones para dotar a nuestra embarcación de energías renovables (solar, eólica e hidráulica), que además de permitirnos ser autosuficientes en navegaciones largas, no emiten gases de efecto invernadero y nos ahorrar de consumir la energía de puertos y marinas.
Tejido local
Involucrarnos en el entorno local para conocer, elegir y contribuir con aquellos ámbitos y organizaciones que ya trabajan por la sostenibilidad en el ámbito de la náutica, sean empresas, escuelas, clubes, marinas, puertos o regiones.
Consumo de productos y servicios de empresas con impacto positivo
Más allá de nuestros valores, actitudes y buenas acciones, tendremos que preguntarnos cómo contribuyen a la sostenibilidad aquellas empresas y organizaciones con las que nos relacionamos para realizar nuestra actividad, como los astilleros que producen las embarcaciones, las empresas de alquiler y chárter, los clubes, escuelas de navegación, así como las marinas y puertos que visitamos.
Hagámonos preguntas
¿Nos ofrecen estas organizaciones opciones adecuadas y accesibles para el reciclaje, reúso y disposición final de nuestros residuos? ¿Nos dan acceso a energías renovables? Por ejemplo, la energía solar térmica es una excelente opción sostenible para la provisión de agua caliente en las duchas. ¿Facilitan la recarga de agua potable para uso humano y de agua regenerada para limpieza y otros usos no potables? ¿Evitan los plásticos de un solo uso en comidas y eventos? ¿Nos proveen de opciones de abastecimiento local? ¿Capacitan a sus empleados y usuarios para promover el uso correcto y sostenible de las instalaciones y servicios? ¿Cómo tratan a sus empleados? ¿Existe igualdad de género y diversidad en sus plantillas de trabajadores? ¿Cómo eligen a sus proveedores? ¿Se monitorea el uso de los recursos como la energía, el agua y el estado de los hábitats marinos? ¿Se promueve la economía circular en todos sus proyectos? ¿Se realizan acciones para proteger y regenerar los ecosistemas afectados?
Políticas de sostenibilidad en las organizaciones
Y aún más importante: ¿están las políticas de sostenibilidad de las organizaciones adecuadamente descritas y comunicadas? ¿Están sus objetivos bien definidos y las acciones e impactos evaluados, es decir, existen indicadores que nos permitan conocer el avance en la consecución de esos objetivos a lo largo del tiempo? ¿Disponen de una línea de base como referencia? ¿Son estos indicadores transparentes y su evolución adecuadamente comunicados?
Estas medidas no son de difícil implementación. Se pueden encontrar muchos recursos en internet para que incluso las pequeñas y medianas empresas puedan generar políticas de sostenibilidad a su medida, como, por ejemplo, la Caja de Herramientas desarrollada por el equipo de 11th HOUR un equipo profesional que compite en la Ocean RACE 2022-2023 con la sostenibilidad como fundamento en todas sus operaciones. Además, existen otras organizaciones reconocidas que se dedican a certificar y comunicar las prácticas de sostenibilidad en el entorno marino como la Blue Flag Foundation y certificaciones estandarizadas como las Normas ISO 12121 para eventos sostenibles.
Y finalmente, también debemos preguntarnos si tenemos canales accesibles y confiables o instancias de articulación con aquellos que gestionan la navegación en nuestro entorno para verificar nuestras inquietudes, aprender, comunicar experiencias, realizar propuestas y contribuir a las mejoras en relación a la sostenibilidad de la navegación.
Gestión colectiva
Necesitamos una gestión colectiva coordinada que nos permita transformar nuestras acciones y elecciones en verdaderos impactos positivos para la sostenibilidad de las regiones que habitamos, navegamos y visitamos. Conscientes de que nos queda una larga travesía por recorrer y que los cambios son urgentes, hemos descrito algunos rumbos individuales y colectivos de manera de acelerar nuestra navegación en la dirección de la sostenibilidad.
Valoramos tu compromiso individual al informarte en estos temas y, por ello te invitamos a contribuir a las políticas de sostenibilidad de Escola Port, escuela que cuenta con la Certificación de Biosphere otorgada por el Ayuntamiento de Barcelona y que realiza innumerables acciones a favor del Medio Ambiente.
Con la colaboración de: Maria Eugenia Hernandez Pombo, alumna del curso PPER en Escola Port.
